La segunda entrevista nos lleva hasta Noáin, el pueblo de Edu Lanz. Hoy el defensa del Valle de Egüés nos muestra su faceta más conocida dentro del equipo ya que suele llevar a los entrenamientos garrotes de chocolate. ¿Será el secreto del éxito dentro del vestuario? “No aprendí en ningún lado, un día empecé a hacer porque me imaginaba que no podía ser difícil”, confiesa Lanz.Sus compañeros de equipo son quienes le hacen las preguntas en la segunda parte de la entrevista. “Desde que empecé a jugar a fútbol soy defensa, supongo que por mi altura o cuerpo”, relata Edu Lanz a pesar de que el primer año jugaba en cualquier posición. Iñaki Martín le pregunta sobre el deseo para esta temporada, a lo que Lanz responde ilusionado: “Sería muy bonito llegar a la fase de ascenso pero será caro de conseguir, lo primero es la permanencia y después ya se verá a lo que podemos optar”.
La última sección es un espacio más íntimo, el confesionario, donde está prohibido hablar de fútbol. “Le dedicaría una canción a los que me aguantan: mis padres y mi novia”. Edu Lanz confiesa que sería alguna íntima para “mostrar los sentimientos”.
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